Como aquella película «Bienvenido Mr. Marshall» de Luis García Berlanga en 1953, yo le di la bienvenida a mis americanos, ellos son Guisela y Michael.
Una pareja loca (como ellos mismo se definieron la primera vez que hablamos) que vino de Atlanta (EEUU) para casarse al atardecer en el Castillo de Peñafiel en Valladolid. Unos locos enamorados que se «escaparon» durante unos días de sus trabajos y obligaciones diarias para darse un paseo por unos viñedos en la Rioja Alavesa y para tomarse su pastel de boda en una cafetería del madrileño barrio de Tribunal.
Fueron dos días de reportaje, dos días de risas y complicidad, espero que os guste el resumen de aquellos días. Es, sin duda, la boda más larga y cursiosa que he realizado.
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