Sesión de familia – María, Patricio y el pequeño Rodrigo

Sesion de fotos de familia – Parque Fuente del Berro

Hola a todos,

Hoy quiero publicar un nuevo tipo de reportaje, un reportaje de familia. Tal y como vimos en el avance el Domingo pasado, Raquel y yo estuvimos realizando una bonita sesión con María, su pareja Patricio y el terremoto Rodrigo. Fue una mañana encantadora, llena de risas y diversión, y sobretodo disfrutando del peque. «Yo de mayor quiero ser pequeño».

María es una mujer guapa, de sonrisa perenne y con una energía arrolladora que nos hizo sentir a todos llenos de vida. Su pareja, Patricio, es un hombre que transmite muchísimo amor a su familia, y en especial, hacia su pequeño, Rodrigo, un terremoto con unos ojos que quitan el hipo. Hicimos la sesión en el parque Quinta de la Fuente del Berro, para los de Madrid, deciros que es espectacular, muy, muy bonito, nos encantó a todos.

También aprovechamos e hicimos una sesión de pareja, aunque eso ya os lo subiré más adelante 🙂 . María vino también con su hermano para que pudiera hacerse cargo de Rodrigo mientras ellos se hacían unas cuantas fotos.

Cuando el amor de su madre se hizo tan necesario, nos adaptamos a Rodrigo y empezamos esta sesión que os pongo abajo. ¡¡ Cómo les gusta a los niños el parque !!, lógico. Primero unas fotos con los padres en los columpios, después jugando en el cesped, también al «pilla-pilla» y, así, durante mucho tiempo en el que, como decía antes, nos lo pasamos genial.

Es alucinante trabajar con niños, y más en esta edad, casi 2 añitos. Son tan impredecibles, que si de por sí llevamos la cámara pegada al ojo, con un peque  tenemos que tenerla totalmente soldada, se mueven muy deprisa. Eso si, el resultado merece la experiencia y el trabajo duro, y sobretodo con Rodrigo, un niño que nos encandiló desde el primer momento con sus ojazos y su sonrisa y nos enterneció muchísimo cuando se puso a andar con las manos puestas en la espalda, imitando la manera de andar de su abuelito, como podéis ver en una de las fotos; un ejemplo de cómo los niños imitan todo lo que ven y que nos hizo muchísima gracia. Sus ganas de jugar eran infinitas y si no estaba en los columpios del parque, estaba persiguiedo a las palomas o recogiendo florecillas del césped y nos las regalaba, es un amor de niño, que nos hizo pasar una mañana inolvidable. Gracias!.